fa sostenido

serca de las 4 los pajaros empesaron a afinar, pero esha prefirio,como todas las semanas ausentarse a la prueva de sonido. a 6 las desperto entre makishaje por capas i el sol filtrandose por losorificios de su postmodernista perciana americana san isidrense. intento con sus dedos, pero dolian mas de lo ke sonaban. asike optopor su antecodo para limpiar la masa resultante de base i transpiracionmatutina. dejo volar la mirada por su abitacion, como diciendole buenos dias alos hongos i musgos i demas humedades ke la acompaniaban en su abitacion.
como todas las manianas la falta de nicotina resaltaba de la abstinencia de cafe continuado. eran sus malboro lights, era el polvo, era el espacio i silencio con elke convivia en la casa, eran las aranias, su perdida de pelo, sus aniosi el resto de sus anios, lo ke la asia dudar levantarse.
eske 2 meses en cama no le eran desafio a los 80 despierta. eske 1 mes dormida i otro mes keriendo dormir dan ansias. i las ansias comen.
viuda. sin hijos, vestido de novia, un anillo con 2 iniciales,una sigla para 2 anishos. i el humo de las manianas.
era su ultimo cigarrisho i no se resignaria a salir. no. hoy no era su dia.esha sabia ke si este iva a ser su dia, no necesitaria cigarrishos.
bajo las escaleras de madera, cautelosa de ke nadie aga su trabajo.las bajo doliendo cada escalon en sus pies y aunke no confiase mucho en labaranda tampoco tenia mucha alternativa. resignarse sha no era una opcion mas.
paso por el extenso living el cual noto diferente. lo noto un tanto monotono.asike se dio el gusto de tomar el cuadro por el ancho i destrozar el juegode la jarra, vasos, mesa, platos i cubetera de cristal, ke daban frente a la pintura.era un original. de un tal zuloaga decia la firma cuano lo compraron con su marido en esas tantas expediciones locales de indole sociocultural.
siguio con su travesia interhogarenia volcando adornos de los estantes al suelo.creando una sinfonia de cristales i vasijas despedazadas con sutiles sonrisas de entremedio.
i vio la amenaza, el tributo ke deberia pagarle al destino, el viejo espejolacarado con marmol i oro colgado como nariz entremedio de 2 ventanas cerradas.no estaban serca. esha no keria ir a saludar. i el espejo la esperaba ansioso. fue mui valiente de su parte dirijirse a el. fue mui valiente.
desidio mirarse a los ojos en el, i sha no vio esa mirada de la chica ke se embriagabaen la eskina dia por medio, ni a la nena ke su papa kiso ke fuera, ni la ke se enamoroni esa mujer fuerte ke no keria bajar los brazos, y menos la mujer ke solia tocar elpiano, aquella que enamoro a quien la enamoro, es ke las teclas fueron leiv motiv del juego de seduccion compartido consu difunto amado, ex difunto amado. sha no es nada ahora. las ojeras, continuadas de las arrugas la artaron e isieron ke el espejo descansecon las demas victimas de la insania de los 80 anios andantes.
decidio volver a subir, con menos energia i empenio esta vez dirijiendose asta el segundo piso de la casa. 2 escaleras ke la desafiaban, pero la resignacion sha noera una opcion mas. sha no.
al shegar al estudio, donde el piano se alojaba, iso una mueca de arremangamientocontinuo de un sentar mui meticuloso sobre el banko.i sus dedos se encontraban un tanto ansiosos por abrir la tapa del piano. pero sus manos sangraban un poco por los actos de 2 pisos mas abajo.levanto la tabla e intento tocar.
su auje de ironia enfermiza eclipso con el kebrar de uno de sus dedos al intentar tocar.su furia sha era comparable con su tristessa, i su tristessa pasaba de 2 pisos de alto, uncuadro de ancho, 2 meses de cama, y 80 anios de vida.
busco el retrato de su marido i lo clavo al escote de su vestido, tomo una de las cuerdas.no cualkiera, sino un fa sostenido i luego de arrancarla violenta i martiriosamente la anudo a su cuesho, i el otro extremo lo ato al detras del piano, suspiro tan ondo ke pareciodonar aire a la abitacion. se desafio a si misma. i abrio la unica ventana de la abitacion.
el sol la consumio, no dolio, pero si golpeo. iso un esfuerzo por subirse al umbral de la ventanaseguido de dejar pasar el hilo por la endidura de las ventanas al chocar, ke la comunicaba con el interior de la casa guardando una ultima mirada al mundo i luego una al retrato ke abitaba en sus pechos.dejo autoexorsisarse el ultimo alarido de la vieja loca de la quinta del bajo de san isidro i salto para no comprar cigarrishos.